Los Médicos
Veterinarios Jorge Brunori y Germán Cottura, pertenecientes al INTA Marcos
Juárez y el Ing. Ambiental Mariano Butti, abordaron ante casi un centenar de
productores porcinos y estudiantes de escuelas rurales, aspectos como perspectivas
del sector porcino en Argentina. Manejo reproductivo del cerdo, parto y
lactancia. Sistemas de producción, el manejo de cama profunda, túnel de viento
en el encierre y producción de biogás.
Al inicio de la charla, se
destacó el crecimiento agigantado del
sector porcino y el crecimiento del consumo que se da en el país, con
13kg/persona, reemplazando ya a las importaciones año a año. Se remarcó que la
actividad no está atomizada en grandes productores sino en pequeños y medianos.
El Ing.
Ambiental Mariano Butti dejó conceptos sobre la incorporación de biogás, para
reutilizar los efluentes de tambos, feedlot y cerdos y recomendó, durante su
disertación, que quienes desean
iniciarlo, deben fundamentalmente
conocer cuál es la disponibilidad de residuos que se tiene y sus
características. En esto referenció que un productor de porcinos con 40/50
madres, que realice cría y terminación,
bien puede abastecerse con biogás y
puntualizó la importancia de reutilizar los efluentes tan nocivos al medio
ambiente.
En relación al engorde de
cerdos, explicó que en espacios con piso de paja conocidos en el ámbito de la
producción como “cama profunda”, se alcanzan la obtención de capones con
una inversión más baja. Estos sistemas productivos presentan ventajas desde el
punto de vista de la sustentabilidad ambiental, ya que no hay producción de
efluentes líquidos en comparación con los que utilizan Full Slats, donde los
pisos son totalmente compuestos por piezas generalmente de hormigón con
ranuras sostenidas por vigas.
Los sistemas de “cama
profunda” alojan a los cerdos sobre una superficie acondicionada con material
voluminoso, proveniente de rastrojos de trigo, cebada, o virutas y otros
materiales de origen vegetal absorbentes y aislantes. La infraestructura se
completa con la disposición de comederos tipo tolva para la provisión de
alimento y bebederos para el agua. Según los registros, los técnicos del INTA comentaron que el consumo total de alimento en
cada etapa fue de 7 kilogramos de preiniciador, iniciador 17 kilogramos, recría
96 kilogramos y terminación 139 kilogramos, para alcanzar a los 163 días de
vida una terminación promedio de 107 kilogramos”.
Destacan que es posible utilizar galpones avícolas en desuso o
viejos galpones, o bien armar un corral tipo invernáculo, con muy poca
inversión. Se habló también la importancia de disponer de rollo permanente para
renovar la cama del cerdo.
Al final de la interesante jornada rescatamos
desde nuestra mirada CEPT, la
importancia de concurrir a estos encuentros que nos
ofrecen una propuesta productiva donde
se prioriza el medio ambiente, sin dejar de lado los aspectos convenientes
desde lo económico-productivo. En el evento los alumnos pudieron compartir y
estrecharse las manos con los compañeros cepetianos del Chajá, ¡un plus
inesperado!