viernes, 18 de noviembre de 2011

“Todos los paises del Mercosur se pueden autoabastecer”

El Foro Nacional de la Agricultura Familiar (FONAF), coordinado por Miriam Bruno y presentado como independiente en cuanto a posición política o religiosa, opera formalmente desde 2005 y está integrado por más de 900 organizaciones de agricultores familiares. Aunque es el actual interlocutor del Estado a la hora de implementar políticas para el sector, cabe recordar, sin embargo, que el vasto campo argentino cuenta con diversas agrupaciones que incluyen también a pequeños productores y entre las cuales figuran el Movimiento Nacional de Campesinos y las cuatro entidades que mayor representatividad han alcanzado en los últimos dos años, especialmente el que termina: Sociedad Rural Argentina, Confederaciones Rurales Argentinas --CRA--, Confederación Intercooperativa Agropecuaria Cooperativa Limitada --Coninagro-- y Federación Agraria.

La diferencia radica en que, además de cobijar a las organizaciones agrícolo-familiares, el FONAF promueve una reforma agraria integral que revierta el modelo de los llamados agronegocios vinculados al modelo agroexportador o concentrador. “Los países del Mercosur han hecho su reforma agraria, la Argentina no”, aclara la coordinadora del Foro para luego destacar que, por ejemplo, en Brasil, gracias a la reforma y a la participación de la sociedad civil, hoy existen dos Ministerios a través de los cuales se implementan políticas de desarrollo rural basadas en la lógica de la soberanía alimentaria. “De hecho –agrega-- todos los países del Mercosur se pueden autoabastecer y el FONAF defiende ése modelo productivo: la alternativa de la agricultura familiar que, en sintonía con la región, asegure los alimentos a los argentinos. No queremos que nadie se vaya del campo a los cordones urbanos a seguir consumiendo miseria”


Los grandes temas a resolver en el país son la tierra, el agua y la comercialización de la producción, y hacia allí están enfocadas las Propuestas para un plan estratégico de desarrollo rural 2006-2008, el documento del FONAF aprobado por el gobierno de Cristina Fernández. “Pero también hay otro tema –señala Miriam Bruno-- que es el provincial, porque algunas provincias siguen vendiendo la tierra a los extranjeros, y está el tema de género en la producción: el rol de la mujer, relegada en el campo, y el rol del hombre, relegado en la ciudad por la desocupación y en donde las mujeres preparan las mermeladas y salen a venderlas a los mercados”.

Dado que en la Argentina la reforma está por hacerse y que existen organismos que fijan normativas para los países del Mercosur como el Grupo Mercado Común (GMC), el Foro, que ya agrupa a más de 180.000 familias y cuenta con representantes de 19 provincias, brega por tener organizaciones organizadas. “Tenemos mucho trabajo, mucha responsabilidad y muy pocos recursos”, señala Bruno.

En sus Propuestas, los integrantes del FONAF rechazan expresamente toda concepción sobre Agricultura Familiar que de lugar a “políticas para pobres” y clasifican a los productores según categorías tales como subsistencia, reproducción simple, reproducción ampliada con nivel bajo o alto de capitalización, etc., con el fin de que se apliquen políticas ad-hoc. En el mismo sentido se orientan la creación del Registro Nacional de la Agricultura Familiar (RENAF), que ya cuenta con la resolución N° 255/07 y que es lo que le falta a la Argentina para nivelar a ese respecto con sus vecinos del Mercosur, y la puesta en marcha de una política de caracterización y registro de “Producto de Agricultura Familiar”.

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